Hace cuatro años se casó la productora de Algo contigo y, aunque yo recién había terminado mi pasantía allí, me invitó igual. No estaba muy cómoda al principio pero después terminé pasando genial. Por esas vueltas de la vida en la fiesta conocí a Juan, me acuerdo que me divertí mucho y al otro día ya éramos amigos de Facebook. Nunca más lo vi pero gracias al Face me enteré que está detrás de un emprendimiento muy copado, The basic shirt.
Hacen remeras inspiradas en la cultura pop y comparten contenido divertido asociado a la identidad de la marca en las redes. Personalmente la de Queen B es mi preferida.
Juan está radicado en EEUU pero en una de esas no es tan difícil hacerse de una remera sin tener que viajar, basta solo con escribir al Facebook o Instagram de The basic shirt.
Sé que una de las prendas más importantes es el jean, lo sé. Tengo muchos y sigo sin sentirme cómoda con ninguno. No hay un solo jean que me guste cómo me queda. El otro día ordenando la ropa de invierno encontré uno clásico, recto y decidí reformarlo para que no fuera tan aburrido y probar si hay alguna forma que me quede mejor.
Mi tipo de cuerpo es lo que se dice pera, entonces creo que me quedan mejor los oxford, pero como no están de moda no son tan fáciles de conseguir e igual no iba a poder hacer ese corte manualmente. Por eso lo que hice fue pinterestear qué cambios le podía hacer al jean usando solo unas tijeras.
La opción que más me convenció fue uneven hem, que consiste en cortar más corto el lado de adelante y de a poco desflecar la parte de abajo. Puede ser más corto o más largo, más prolijo o más roto dependiendo de tu preferencia. Es una buena idea para ponerle onda a ese jean que ya no usas más y es facilísimo de hacer.
Si hay una prenda que no puede faltar en ningún ropero es el jean ¿Quién no usa jean? Yo tengo un problema importante con esto porque reconozco la utilidad, la versatilidad y la posibilidad del jean pero aún no encuentro un modelo que me guste cómo me queda. A eso le sumo que algunos me parecen bastante aburridotes, pero para eso está Siena.
Esta marca uruguaya trabaja con jean y explota todas sus posibilidades. Hay diseños para todos los gustos y muy originales. Jean con ojalillos, con rayas de colores, con metalizados, etc. Siempre está bueno apoyar marcas nacionales y más si eso también implica tener una pieza única.
Si tenés que hacerle un regalo a esa persona que es difícil de regalar porque no es tan convencional o no le gusta usar lo que usa la mayoría y prefiere piezas originales, un jean de Siena es tremenda opción.
Me voy a arrepentir de escribir esto, pero la verdad quiero que venga el frío. Sé que en octubre, tras 5 meses de frío voy a cambiar de opinión pero no soporto mucho este clima. Nunca sé cómo salir a la calle, pero siempre salgo o muy abrigada o muy desabrigada. Me gusta que haga frío o que haga calor, no los dos.
Esta especie de editor’s picks tiene como fin compartir gustos e ideas. Mirando el Instagram me encontré con varias cosas de H&M que me parecieron apropiadas para este clima tan ambiguo. Capaz que no está para saco, pero sí se puede tener uno por si acaso y andar por la vida de pollera y championes.
Esta pollera me copó y me parece que se adapta a muchas situaciones, además el verde, blanco y mostaza es de las combinaciones que más me gustan. No soy tan de los accesorios pero sí tiendo a usar tres caravanas distintas (tengo tres agujeros) y el dorado me parece la mejor opción para el verde.
Veremos si cuando abran en Uruguay también traen cosas lindas y a precios razonables. Crucemos los dedos.
A mí me gusta expresarme a través de lo que uso. Siempre me gustó, hace poco una amiga de la infancia me dijo que cuando iba a jugar a mi casa no le veía la gracia al juego que yo proponía: disfrazarme con mi propia ropa. Desde que tengo memoria me divierte probar cosas nuevas y le presto atención a qué me pongo. No creo tener un estilo definido, tengo mil cosas porque soy mil cosas entonces eso se refleja en lo que elijo usar. Sin embargo, no sé hablar de moda y la verdad tampoco me interesa. Es raro porque, como tengo una onda personal lo primero que suelen comentarme las personas cuando voy a algún lado es algún ítem de mi guardarropas que decidí ponerme para esa ocasión y llamó la atención, pero soy incapaz de transmitir eso o de recomendar qué usar u obsesionarme con tendencias.
La ropa me gusta en cuanto a herramienta de comunicación. Entonces lo que sí puedo compartir en este espacio son aquellas cosas que me gustan, sin ánimo de dar una lección de estilo, moda y tendencias porque nada se aleja más de mi persona y mis capacidades que eso.
Hace unos años que voy a Moweek con mi madre (los viernes a primerísima hora más precisamente, ya que no hay nadie) y este año me pareció que en muchos stands había cosas idénticas, todo repetido, pero estas son las cosas más lindas que vi:
{Estas botas de Carola que mi madre sabiamente adquirió}
{Conjunto estampado de Tach Clothing, que mi madre muy felizmente compró. Un estampado diferente al resto de los disponibles en Moweek (que eran todos muy parecidos entre sí)}
{Este vestido de Monaqueda, especialmente en blanco}
{Los colores, las texturas y los diseños del amado Sergio Gau}
{Había conjuntos de pantalón y remera con el mismo estampado (acá están mezclados) que me parecieron divinos pero ridículamente caros} {Este buzo lila soñadísimo y suavesísimo con detalles en el cuello y el puño que me regaló mi ma (queen of cool). Este buzo debe haber sido de las piezas más originales que vimos, es de Sienna}
{Los buzos y las remeras de Badook, una marca puntaesteña}
Si hay algo a lo que no le doy pelota nunca en la vida es a los Martín Fierro. Nunca sé cuándo son, quién está nominado y por qué, etc. pero le debo el haber descubierto a Javier Saiach a la entrega de premios. Las redes se llenaron de fotos de Juana Viale y Pampita con vestidos blancos espectaculares diseñados por él y desde entonces lo sigo a full.
{El de Juana es mi prefe}
Javier es de Corrientes pero se fue a vivir a Paraguay por el trabajo de su padre y estudió Arquitectura en Asunción durante cinco años. Mientras estudiaba hacía diseño de vidrieras y eventos y de algunas prendas. En el 2001 su jefe, que tenía una marca de ropa, le propuso exhibir sus diseños en su local y fueron un éxito y de ahí no paró.
Me encanta divertirme con la moda y usar muchos estilos y prendas diferentes pero no sé nada de moda. No sé de telas, de moldes, de tendencias. No sé nada teórico pero sí me divierte lo práctico del asunto. Lo que me pasa con sus diseños es que me parecen originales y que las telas que usa son increíbles.
Cuando se trata del diseño de producción de una película, o sea de la escenografía y todo lo que implica, se elige una metáfora. Un objeto que resuma la esencia de la película y del diseño y que se pueda plasmar, reflejar a lo largo de la película en general y en detalles. Si pensara una metáfora para las creaciones de Saiach sería un caleidoscopio, por los colores y la textura y lo que me genera.
Hace unas semanas tuve uno de esos momentos en los que sos consciente de lo chiquito que es Uruguay. Una amiga tenía un collar increíble y muy particular, no de esos que se ven en todas partes. Este collar tenía una personalidad y un estilo particular, otra le dice – ¡Tengo el mismo collar! ¿Se lo compraste a una rubia en Jose Ignacio? y mi amiga le contestó que sí, y ahí me di cuenta que yo también conocía a la famosa «rubia» y a sus collares, Collares de la arena, porque es amiga de mi tía y así fue como la pequeñez de todo ayudó a que mis amigas recordaran el nombre de esta marca.
Gabriela Morador es la mujer detrás de Collares de la arena. Ella dice que sus accesorios son «el resultado de mi imaginación, de etnias y personajes; del trabajo y dedicación de algunos años de mi vida, y de aquellas personas que me han apoyado y creído en mí ciegamente».
Con sus creaciones apunta a «rescatar los primitivos valores de la mujer, sensibilizarla y, como amuletos, fortalecerla e iluminarla» y siempre procura trabajar con elementos puramente nacionales. Trabaja con soga de algodón, metales y cuero. Hay más de 100 modelos entre gargantillas, collares, tobilleras, pulseras, brazaletes, cintos y algunas pequeñas prendas y objetos. Sus diseños son atemporales y se adaptan a distintos estilos.
Pueden seguirla en Facebook, Instagram o coordinar para visitar el taller en la Ruta a José Ignacio km 177.500, Santa Mónica.
Hace años que Who what wear es una fuente de inspiración online para fanáticos de la moda. El sitio, creado en 2006 por Katherine Power y Hillary Kerr, fue pionero en detectar la influencia de las celebridades en el mundo de la moda.
En el sitio comparten looks, tendencias y hasta tienen un e-commerce. Este año su Market Editor, Nicole Akhtarzad, decidió usar Instagram para compartir aquellos ítems que son un must en su estilo. En Trust me, buy this(Confiá en mí, comprá esto) Nicole comparte sus obsesiones sin secretos, incluye el link para que sus seguidores puedan comprar aquello que los tiente.
En su estilo predominan las botas, los toques de brillo, las camperas puffer y los accesorios inesperados, como los prendedores divertidos y carteras y lentes con formas geométricas. Una polera negra, la remera blanca perfecta y los jeans forman parte de sus looks diarios.
Si sos fan de su estilo podés emularlo, vas a encontrar muchas de sus sugerencias en Punta Carretas Shopping.
En el 2008 tenía 16 años (cumplía 17). Un día estaba en el liceo y una amiga me había llevado una bolsa con varias camisas para que me pruebe para la fiesta de ese finde. Al igual que ahora en aquel entonces también tenía la costumbre de salir rajando de la clase y, obviamente, me olvidé de la bolsa en el salón.
Al otro día fui a objetos perdidos y estaba la bolsa pero faltaba una camisa. Me sentí muy mal, soy bastante descuidada pero jamás con las cosas de otro. Para redimirme aproveché que había una feria de diseño en Casablanca para comprarle otra camisa a mi amiga. ECLOSIÓNNNN, fue allí que empezó mi obsesión por lo vintage y la ropa second hand (que, a mi entender, son dos cosas distintas). De casualidad, porque alguien se llevó una camisa de esa bolsa, me topé con Recicla y todo (aka mi ropero) cambió.
En el 08 Recicla no era la marca que es ahora, probablemente estuvieran en la vuelta hace mil pero para mi era toda una novedad. Le compré una camisa a mi amiga y otras cosas divinas para mí. No podía creer la originalidad y el cuidado de las prendas. Tenía un concepción errónea de la ropa usada y desde ese año emprendí mi búsqueda de nuevos lugares donde encontrar tesoros y me hice adicta a comprar en tiendas de segunda mano. Ahora si me voy a algún lado lo primero que googleo es dónde hay ferias o tiendas vintage/second hand.
El atractivo más grande para mí es el no estar uniformado, no tener puesto lo que tiene todo el mundo. La originalidad y la autenticidad en general siempre fueron conceptos muy importantes para mí y, si bien a veces es difícil no usar lo que se usa porque es lo que está disponible, siempre intento al menos cambiar cómo lo uso o con qué lo combino. Cuando se trata de ropa me gusta probar y, como ser visual que soy, me divierte mucho jugar con los colores, estampados y las texturas. También me encanta sorprenderme con lo que encuentro.
Genuinamente no me interesan las tendencias (me pongo que lo que me gusta y lo que me queda cómodo) la ropa es como un medio de expresión para mí, no me interesa mucho decirle a la gente qué ponerse y menos que menos que me digan a mí…es algo personal y confío en mi criterio; es por eso que me cuesta un poco integrar ese contenido la blog. Inspirada por Girlboss (#dreamjob, soy el personaje) se me ocurrió compartir estos lugares en los cuales he encontrado joyas -los más prefes en negrita:
Recicla y retroka: ahora hace años que no voy entonces no puedo opinar con propiedad pero están en la lista porque cuando iba al Fashion Rocks o cuando Recicla quedaba sobre Guayabos, siempre encontraba algo.
{Recicla}
{Retroka}
Quiendamass: nunca llegué temprano a una subasta pero tiene cosas únicas.
{Quiendamass- Ya que entran sigan @mashblog en instagram)
Las chiquilinas: queda en AV Sanfys, donde también solía meter Tienda Rara y frente a donde coordinaba pedidos con Varsovia. Años después conocí a la dueña que es lo máximo (hola, Flaca). Tienen ropa muuuuuy copada, que refleja la onda de su fundadora.
Caramba vintage: no sé en qué anda porque me entero de cuándo abre el garage por Facebook y estaba inactivo hasta el finde pasado que participó de una feria. Hay de todo y la ropa es divina y está en perfectas condiciones.
Hysteria: Se mudaron a media cuadra de mi casa, lo cual es un peligro para mi economía.
{No es por mandarme la parte, pero me compré esta pollera a 100 pei -JUST SAYIN’-}
Espartaco: En Tristan Narvaja. Buena selección, muy interesante.
Mención especial:
Marf es en Eduardo Acevedo entre 18 y Colonia y tiene buzos y camisas interesantes.
Pendiente:
Ciclos de ropa. La idea de deshacerse de lo que no usas y que la ropa no se tire ni se desperdicie me gusta mucho.
Nunca fantaseé con mi casamiento, uno de los tantos motivos por los cuales sé que casarme (hoy,ahora) sería una pésima idea es porque lo que más me entusiasma de la idea es la chance de un evento para bailar con todos nuestros seres queridos. O sea, no.
Lo mismo me pasa a veces, cuando veo cosas monísimas pero muy especiales, me pongo a pensar si las usaría, por ejemplo, en mi civil. El pensamiento es medio dañino para mi ansiedad crónica y la verdad es raro porque no me copa en lo más mínimo la idea, pero hay cosas tan lindas que las idealizo y siento que solo son dignas de un momento así, como el día de mi casamiento. Es ridículo en realidad, todo se reduce a que idealizo algunas pilchas. Las cosas divinas y bien hechas no tienen que quedar reservadas para el día que…principalmente porque nunca se sabe qué va a pasar.
Esto me pasa con las prendas de Mila Kartei, son tan lindas y particulares que pienso (erróneamente, claro) que tienen que ser reservadas para una ocasión especial. Son argentinas y las conocí hace relativamente poco porque una amiga se la recomendó a otra amiga y quedé enloquecida. Un ejemplo de esa conexión bizarra de la ropa con el día de mi casamiento es esto, esta belleza me pondría si me casara hoy ↓↓↓↓↓↓↓
♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ ♥ Irrelevante y raro, lo sé, pero el punto es que no pueden más, y encontrarse con algo original hoy en día es todo un evento, entonces quiero que todos en Montevideo las conozcan y usen su ropa. Para todo eh, no para casarse o esperando el día que bla bla bla.
Me contacté con ellas y además de tener onda son buena onda:
Somos Valentina Karnoubi y Guadalupe Teigeiro. Valentina 28 años recibida en la Universidad de Palermo en diseño de indumentaria. Guadalupe 32 años recibida en la Universidad de Buenos Aires en diseño de indumentaria.
Cómo y cuando surge Mila Kartei: En el 2012 como un proyecto de dos amigas.
En qué encuentran inspiración: En muchas cosas. En un objeto, un viaje, un libro, una película, un país. En colores y texturas.
Si Mila Kartei fuera…
Una flor: Orquídea
Un libro: El principito
Un artista: Clarita Firpo
Una película: Life Aquatic
Un color: Rosa
Una canción: She´s a rainbow – The Rolling Stones
Sus prendas favoritas de sus colecciones: De esta colección, el vestido aeropuerto, la falda french rivera, la remera de miami.
Sus diseñadores favoritos: Miucca Prada, Viktor & Rolf, Alessandro Michele
Sus telas favoritas . La organza, el shantung, el satén siempre seda natural.
Definir la marca en una frase: “Ella cuando viste hace collage»
A quiénes apuntan a la hora de diseñar: A mujeres cancheras y femeninas. Que buscan algo diferente, que se animan a algo mas, que están un paso adelante a la hora de vestir.
{Estas botas de 
{Los colores, las texturas y los diseños del amado Sergio 
{Este buzo lila soñadísimo y suavesísimo con detalles en el cuello y el puño que me regaló mi ma (queen of cool). Este buzo debe haber sido de las piezas más originales que vimos, es de 
{Los buzos y las remeras de 
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